lunes, 8 de noviembre de 2021

ORGULLOSO DE PERTENECER AL EJÉRCITO DE CHILE

LO SOSPECHABA DON MANUEL ORELLANA FLORES



Cuando Don Manuel pasó a retiro del Ejército, ya era un hombre cristiano que no se hacía cuestión de hablar del evangelio a los integrantes del regimiento N° 3 “Chorrillos”.

Adelante y justo al centro el suboficial mayor Manuel Orellana Flores



Fui testigo cuando sentados en una mesa de piedra y asientos también de ese material en el casino, le hablaba al personal militar de la época acerca del evangelio.

Muchos de ellos al escuchar de boca de una persona que había sido militar conceptos bíblicos, cambiaron su vida y hay un caso de un cabo que se llamaba Mario Valenzuela que siempre que me veía entrar al regimiento, específicamente al casino de oficiales, se emocionaba al recordar a don Manuel Orellana Flores por su testimonio cristiano, que lo motivó a ser un hombre respetuoso de Dios.

Nuestro amigo Valenzuela falleció con la Biblia en la mano.

Respecto de Don Manuel, ya en casa, jubilado y trabajando para el sustento diario, manifestó en voz alta:

“Espero en Dios que mis hijos sean mucho más de lo que yo fui”.

Aquello lo dijo 6 años antes de su fallecimiento, que fue un 10 de mayo de 1965.

El cuarto de sus hijos aquel año estaba en la Escuela Militar y don Manuel sabía que, al graduarse de oficial, se cumpliría su anhelado deseo de abrazarlo cuando reciba las presillas de subteniente.



Pero su deseo no fue posible; no alcanzó a ver aquel acontecimiento. Tuvimos que sepultarlo en Talca con una predicación de don Ricardo Hanna.

Con el tiempo todos sus hijos fueron profesionales y así se cumpliría su íntimo deseo que todos “seamos más que él”.

Tal vez nuestro padre nunca se imaginó que uno de sus nietos llegaría a ser “general de la república”, un grado que no se conocía en Talca y que cuando llegaba algún general de visita a la unidad, el regimiento lo adornaban, brillaba y se vestía de gala.

El himno del Ejército de Chile, en su 3ra estrofa, cuando se refiere al regreso de los soldados que fueron a la guerra dice:

“Cruzan bajo arcos triunfales 
tras de sus bravos generales 
y aunque pasan heridos 
van marchando marciales 
van sonriendo viriles 
y retornan invictos”.

Precisamente en este mes de noviembre de 2021, el hijo de Alexander que se llama Claudio Orellana Burrows, ha sido nominado general de la república, grado que nuestro padre tal vez en el fondo de su corazón lo tenía reservado para uno de los suyos; pero se llevó a la tumba el secreto.

A la derecha Claudio Orellana Burrows acompañado de excelentes amigos


Claudio era cadete de la Escuela Militar cuando falleció la Sra Margarita Morales Figueroa, la esposa de don Manuel Orellana Flores



Es una familia cristiana.

Ahora lo que hay que hacer es dar gracias a Dios por Don Manuel Orellana Flores y llevar flores al cementerio.